Descubrir que estás embarazada, especialmente en las primeras etapas, puede generar una oleada de preguntas y preocupaciones. Con tanta información disponible, es fácil toparse con mitos sobre el embarazo temprano que pueden resultar confusos o engañosos. 

A continuación, presentamos algunos de los mitos más comunes y los hechos que los respaldan. (¿Buscas un espacio seguro para hablar sobre tu embarazo? Estamos aquí para ayudarte. Contáctanos en cualquier momento (para programar una cita gratuita y confidencial).

Mito 1: Las náuseas matutinas sólo ocurren por la mañana

A pesar de su nombre, las náuseas matutinas pueden aparecer en cualquier momento del día. Las náuseas y los vómitos al principio del embarazo pueden ocurrir por la mañana, por la tarde o por la noche, según la persona.

Si bien los cambios hormonales son la causa principal, el cuerpo de cada mujer reacciona de manera diferente. Hacer comidas pequeñas y frecuentes y mantenerse hidratado a veces puede ayudar a aliviar estos síntomas.

Mito 2: Estás comiendo por dos de inmediato

La idea de que hay que “comer por dos” desde el primer día es un mito común. Las necesidades calóricas no aumentan significativamente en las primeras etapas del embarazo. 

En lugar de eso, concéntrese en alimentos ricos en nutrientes que favorezcan el desarrollo de su cuerpo y de su bebé. Más adelante en el embarazo, su médico puede orientarla sobre los ajustes dietéticos necesarios.

Mito 3: El manchado significa aborto espontáneo

Si bien el sangrado puede ser preocupante, un sangrado leve al comienzo del embarazo es común y no necesariamente indica un problema. Puede deberse al sangrado de implantación o a cambios hormonales. 

Sin embargo, si experimenta sangrado abundante, dolor intenso o calambres, siempre es mejor consultar a su proveedor de atención médica para su tranquilidad.

Mito 4: A todas las mujeres les encantan los pepinillos y el helado

Los antojos de comida varían mucho y no se limitan a alimentos específicos como los encurtidos y el helado. Los antojos difieren de una mujer a otra y pueden ser desde dulces hasta salados. 

A veces, los antojos indican un nutriente que tu cuerpo puede necesitar, pero no siempre. (Si tienes antojos extraños de cosas no comestibles, esto se conoce como pica, y puede ser un signo de deficiencia de hierro).

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